Pintura y Naturaleza

Algunas de estas pinturas han surgido directamente de la observación acaso ingenua de una planta tan simple y porteña como es el malvón. Al poco tiempo la toma inocente de bocetos algo duros se fué reacomodando a partir de lo que interiormente crecía en el espíritu: el verdadero malvón.
Otras pinturas han derivado directamente entre sí, ya que, con el tiempo, no hizo falta pasar largos ratos observando sino que lograba sentirme parte real del universo, comprendiendo que los segmentos de crecimiento de las plantas, por ejemplo, son en definitiva como las falanges de nuestros dedos.